6.06.2010
De putas y donjuanes.
Con una obstinada manera de regresar al pasado, de penetrar en el mundo que a ras de piso, se transforma en otra realidad existente, Yepes Palacios retoma la peculiaridad, no de lo viejo sino de lo antiguo de las sensaciones carnales, rasgos característicos que emergen entonces desde abajo hacia una supuesta realidad colectiva y generacional. Un corte satírico obstinado, gallardía y cobardía, humo de cigarro, aromas baratos confundidos entre perfume; alcohol y danza, trajín y desenfado, ¡enfado!, experiencia catártica de los años viejos en los burdeles que esencialmente no han cambiado con el paso del tiempo, quizás porque prevalecen en la naturaleza animal de todos nosotros.